Cómo estamos

Mucho se habla de la reforma de la Algeciras – Bobadilla, dando a entender que es una actuación única y que es relativamente simple. Ha sido una estrategia habitual en los gobiernos partirla en trocitos para que parezca que se están haciendo muchas actuaciones, cuando en realidad, lo único que se busca es estirar el chicle de la publicidad.

Básicamente, la red europea de transporte dice que se deben cumplir una serie de requisitos técnicos, que son los siguientes:

  • Sistema de señalización automático europeo ERTMS
  • Sean líneas electrificadas
  • Cumplan la normativa de interoperabilidad (permita tráfico de ancho europeo y unas condiciones de longitud de trenes estándares, 750 m.).

Como nuestra Algeciras – Bobadilla es una reliquia de hace más de 100 años, la renovación tiene que ser total, cambiando, desde las traviesas (para que, al menos sean de tres hilos y permita tener también tráfico de ancho europeo), el gálibo de algunos túneles para permitir la catenaria, las pendientes, para que puedan circular trenes de 750 metros o, incluso, algunos trazados. Esto hace que la obra sea realmente compleja y que requiera de dedicación y esfuerzo, no sólo de presupuesto.

Así que, por la complejidad, los 177 kilómetros se dividieron en tramos más pequeños y cada uno ha tenido su propio proceso. En el siguiente cuadro se muestra las actuaciones de cada uno de los tramos y la situación en que se encuentra, con las tareas ya realizadas, las que están pendientes y las que están en proceso:

En realidad, como se ve, la mejora de la línea prácticamente se atascó en 2012 y no se ha retomado hasta este mismo año. En la actualidad hay renovados 59 de los 177 Km (un 33%), y hay en proceso 21 más, haciendo un total de 80 Km (un 45%). En cuanto a la electrificación, ni está, ni se le espera, aunque ADIF publicó hace relativamente poco una nota de prensa diciendo que se comenzará la licitación para la redacción del proyecto que llevará su propio Estudio de Impacto Ambiental.

¿Qué pasará cuando esté modificada? Básicamente, que disfrutaremos de un mejor servicio ferroviario. Los tiempos de tránsito mejorarán mucho. Por ejemplo: un tren de pasajeros a Granada tardaría 2 horas y cuarto y a Madrid, sólo 3 horas y 40 minutos, ¡casi 2 horas menos que ahora!  ¿Cuántos de nosotros hemos ido a Málaga a coger el AVE porque se tarda menos, incluso yendo en coche? Pues eso se acabaría. Estar en 3 horas y media en Madrid permite ir y venir en el día para realizar gestiones y eso pone a la comarca en otra dimensión. Los campogibraltareños que queramos ir a Madrid no nos plantearíamos otra solución, como pasa en Sevilla o Málaga.

Pero seamos claros. Se han pedido 5 años y ahora mismo se ven migajas, porque no hay hecho ni un 50%. Por muchas primeras piedras que se pongan, la realidad es que quedan tareas pendientes para años. Y directamente, sin fecha prevista.

Jugar con la ignorancia de la gente es una habilidad política y no podemos caer en ella. Debemos exigir que la línea sea renovada íntegramente, según los estándares de la Unión Europea y en el plazo previsto. Si no se hace o se retrasa indefinidamente, seguiremos siendo el extremo de Europa y perderemos otra oportunidad. Y recuerda, no es nuestro futuro, ¡es el futuro de nuestros hijos! ¡Ahora es nuestra responsabilidad!

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